¿Yo, la ley! Un melodrama judicial que te mantendrá en vilo hasta el último minuto

¿Yo, la ley! Un melodrama judicial que te mantendrá en vilo hasta el último minuto

“Yo, la ley” (1931), un drama pre-código de la Warner Bros., nos transporta a un mundo donde los códigos morales se difuminan frente a la implacable búsqueda de justicia. Dirigida por la mano firme de Lewis Milestone, conocido por su trabajo en clásicos como “All Quiet on the Western Front,” esta película ofrece una visión crujiente de la vida criminal en la ciudad de Nueva York durante la era de la prohibición.

La trama gira en torno a un joven abogado idealista, Michael Flannery (interpretado con maestría por George Brent), quien se ve envuelto en una maraña judicial cuando debe defender a Tom Wilson (un convincente Donald Cook), un gangster acusado de asesinato. Flannery lucha con su deber profesional y sus convicciones personales mientras intenta demostrar la inocencia de su cliente. La línea entre bien y mal se vuelve borrosa a medida que Flannery se adentra en el mundo oscuro del crimen organizado, enfrentándose a la corrupción y al poderío de la mafia.

Para darle más realismo a la historia, Milestone no tuvo reparos en retratar la vida nocturna de Nueva York durante la época de la prohibición. Los bares clandestinos, los clubes de jazz vibrantes y las calles repletas de gente reflejan la atmósfera frenética y peligrosa de la ciudad. El guion, escrito por Herman J. Mankiewicz y James Hogan, no se anda con rodeos al explorar temas como la corrupción policial, la injusticia social y la lucha por el poder.

Las actuaciones son un punto alto de la película. George Brent interpreta a Flannery con una mezcla convincente de determinación y vulnerabilidad. Donald Cook aporta carisma a su personaje de Wilson, un gangster que, aunque aparentemente despiadado, esconde un lado humano.

La producción técnica de “Yo, la ley” es impecable para su época. La fotografía en blanco y negro de James Wong Howe captura la textura de la ciudad con una belleza melancólica. Los escenarios, diseñados por Anton Grot, son detallistas y evocan fielmente la arquitectura y el ambiente de la Nueva York de los años 30.

A pesar de estar considerada como un “pre-código”, “Yo, la ley” contiene elementos que anticiparían las películas más atrevidas de la era posterior a 1934, cuando el Código Hays se aplicó con rigor. Las tensiones románticas entre Flannery y una joven cantante de cabaret (interpretada por la sensual Joan Blondell) son sugerentes, aunque se mantienen dentro de los límites aceptables para la época.

Una mirada a los actores principales:

Actor Personaje Descripción
George Brent Michael Flannery Abogado idealista que defiende a un gangster
Donald Cook Tom Wilson Gangster acusado de asesinato
Joan Blondell Kitty Cantante de cabaret y interés amoroso de Flannery

Temas explorados en la película:

  • Justicia vs. Ley: La película explora la tensión entre el estricto cumplimiento de la ley y la búsqueda de justicia verdadera, planteando preguntas sobre si siempre coinciden ambas.
  • Corrupción: Se retrata la corrupción policial y la influencia del crimen organizado en la sociedad de la época.

La escena final:

Sin revelar demasiados detalles para no arruinar la experiencia, la escena final de “Yo, la ley” es impactante y deja una huella duradera en el espectador. Flannery, enfrentado a una decisión crucial que desafiará sus principios, debe tomar una postura que tendrá consecuencias irrevocables.

¿Por qué deberías ver “Yo, la ley”?:

Esta película es un testimonio de la época dorada del cine americano, cuando los estudios se atrevían a explorar temas controvertidos y crear personajes complejos. Si eres fanático del género judicial, te interesa la historia de Nueva York durante la prohibición o simplemente buscas una película clásica que te mantenga en vilo, “Yo, la ley” es una excelente opción.